Un beso ficcional, - dijo
Pues gracias, - murmuró ( como que para alguien que no llega nunca)
La sonrisa luego se fue
en esa casa medio sola
llena de caras
mil toques que no lo dejan olvidar
que la realidad está ahí
cruda, cruel (al mejor)
dejando espacio y fantasía
para mil besos ficcionados.
Juande Ramos
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